Aprende a evitar un golpe de calor con estas altas temperaturas

Verano, viajes y elevadas temperaturas son 3 conceptos que van unidos de la mano. En esta época en las que se superan los cuarenta grados centígrados es común padecer mareos, quemaduras e inclusive un golpe de calor, poniendo de este modo bajo riesgo la salud de personas de todas las edades.

Tomar mucha agua, refrescarse, cubrirse la cabeza, usar crema protectora, vestir prendas holgadas y no salir en las horas centrales del día son solo ciertos consejos para estar preparados a las temperaturas y eludir poner de este modo bajo riesgo la calidad de vida de la población, en especial en el caso de ancianos, bebés y niños, indudablemente la población más vulnerable.

La temperatura ideal de nuestro organismo debe rondar los treinta y siete grados centígrados. Si por cierto motivo excediera los cuarenta grados y el cuerpo no pudiera quitar por sí mismo el exceso de calor, el sistema nervioso empezará a alterarse. En menores de doce años y mayores de sesenta y cinco, la carencia de hidratación puede ser mortal.

Para prevenir esta situación es esencial eludir la exposición al sol en las horas centrales del día (entre las doce y las diecisiete horas), aparte de exposiciones prolongadísimas. Cubrirse la piel apropiadamente, la cabeza y emplear lentes de sol va a ayudar asimismo a evitar los golpes de calor en los meses de alta concentración de los rayos solares. Es fundamental pasar tiempo en lugares frescos para bajar la temperatura anatómico, aparte de hidratarse de manera continua a lo largo del día a base de agua, refrescos o bien bebidas isotónicas y eludir las comidas pesadas que aumentan la temperatura interna.

Otra de las recomendaciones que se hace llegar a los ciudadanos es emplear ropa ligera que permita la transpiración, el primordial mecanismo de enfriamiento del cuerpo. Asimismo es recomendable, al apreciar cansancio o bien mareo, sentarse a reposar en un sitio fresco o bien ventilado y aflojarse la ropa para asistir al organismo a regularse por sí solo.

Es esencial prestar singular atención a los ancianos y pequeños, puesto que es un colectivo considerablemente más susceptible que el resto.

Sin embargo, si la persona presenta claros síntomas golpe de calor, tiene pulso débil  o bien palidez, se aconseja trasladar a la persona perjudicada velozmente al centro médico más próximo.

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