Como precandidato, el ahora virtual ganador de las elecciones presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, planteó trasladar las oficinas centrales de prácticamente todas las secretarías a los estados de la República.
La propuesta, presentada en el mes de diciembre de dos mil diecisiete, incluyó a todas y cada una de las entidades federativas en donde las oficinas del ISSSTE se trasladarán a la urbe de Colima.
Conforme con un análisis de especialistas, publicado por la gaceta estadounidense Forbes, el traslado podría perdurar hasta treinta años, y sus efectos van a ser positivos siempre que se tomen en cuenta los factores de impacto.
Angélica Garnica, especialista en planificación y políticas metropolitanas, consultada por la gaceta, apuntó que se debe examinar con mucha precisión en concepto de las peculiaridades de la entidad a donde se piense situar la dependencia, si estos lugares tienen un desarrollo urbano bajo, medio o bien nulo, y cuáles son los impactos al medioambiente y al ambiente urbano.
En lo que se refiere al aspecto socioterritorial, afirmó Ángelica Garnica, se debe examinar dónde se va a edificar, con qué se edificará, qué magnitud de desarrollo implica, bajo qué ordenamiento se va a producir, cuál es la proyección sociodemográfica, cuál es el cambio de empleo de suelo, etcétera.
La especialista estimó que hacer el cambio de secretarías a diferentes estados de la República llevaría cuando menos treinta años, debido a las implicaciones sociodemográficas, de inversión pública, infraestructura complementaria y nuevas capacidades territoriales, sociales y profesionales, a fin de que las condiciones de estas urbes y la operación de las propias dependencias sean viables.